Biografía

Soy un abogado ubicado en Córdoba (España), y con sedes en Málaga y Sevilla. Mi misión principal es ayudar a las empresas a conseguir sus objetivos superando los obstáculos jurídicos que puedan encontrar por el camino.

Creo que el bufete de abogados tradicional no permite cubrir todas las necesidades de las compañías, y que el asesoramiento jurídico debe ser algo más que llamadas telefónicas, correos electrónicos y actuaciones ante los tribunales. Para mí, el asesoramiento jurídico pasa por analizar la realidad desde el punto de vista de la empresa, apostando así por un enfoque diferente en la prestación de los servicios jurídicos.

Valores

Como dijo Couture “El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando”.

Practico el asesoramiento jurídico preventivo: no se trata solo de resolver dificultades jurídicas, sino que hay que anticiparse a las mismas.

El tamaño sí importa, en el mundo empresarial la agilidad y el control son mejoras vitales. Al prestar servicios jurídicos creo que la eficacia no está relacionada con la cantidad, sino con la capacidad de respuesta. Menos es más. Más pequeño, más ágil.

Este es mi credo

Educación

En Derecho la única constante es el cambio. El abogado estudia para ejercer y cuando ejerce debe estudiar o cada vez será menos abogado.

El mío ha sido un viaje desde la empresa hacia la empresa. Mis progenitores eran y son empresarios, por ello antes de iniciar mi carrera en el mundo del Derecho dediqué parte de mi juventud a la empresa familiar.

Estudié Derecho en la Universidad de Navarra, desde el 2004 ando en el ejercicio libre de la abogacía y desde entonces hasta hoy mi periplo formativo no ha concluido ni mucho menos. A caballo, principalmente, entre Córdoba, Sevilla y Málaga y centrado fundamentalmente en el Derecho de los Negocios.

He ido adquiriendo experiencia desde todos los ángulos empresariales: creación de sociedades mercantiles, su devenir diario (customización de estatutos sociales, acuerdos parasociales, contratación mercantil) y evolución (fusiones, escisiones y otras operaciones estructurales societarias) hasta su extinción (liquidación y disolución, protocolos familiares). Sin olvidar todo lo relacionado con el Estatuto del empresario: exigencia de responsabilidad societaria (individual o societaria), concursal o penal (insolvencias punibles y administración desleal) o defendiendo frente a las mismas.

Soy consciente del gran impacto que ha supuesto la digitalización en la realidad jurídica (desde el uso de sistemas de mensajería instantánea, redes sociales y mails y su aportación en un proceso ante un tribunal, hasta la forma en que las tecnologías incipientes pueden generar nuevas formas de financiación a las empresas).

Por último, he tenido la suerte y el honor de haber sido designado por diversos órganos jurisdiccionales (mercantiles y penales, principalmente) para ejercer como administrador judicial de empresas a lo largo de todo el territorio nacional (industria farmacéutica, clubes de fútbol, clínicas dentales, concesionarias de obras públicas y constructoras, entre otras).

Amplia experiencia en servicios legales